PILATES PARA EMBRAZADASPublicada el 31 de Mayo del 2007
El Pilates es una gran herramienta para fortalecer el suelo pélvico, que puede dar pérdidas de orina cuando los músculos que lo componen dejan de tensar por el peso que deben sostener durante el embarazo.
El cuerpo de la mujer, durante el embarazo, cambia día a día debido al crecimiento constante del bebé. Esto implica un cambio postural y un desalineamiento corporal de la embarazada, que pueden tener repercusiones para la salud.
El método Pilates ayuda a prevenir los trastornos derivados de estos cambios, puesto que enseña a la embarazada a estar de pie, a sentarse correctamente, a cargar con el bebé tras el parte sin que la espalda sufra y, en general, a moverse de una forma sana.
Se trata de un entrenamiento físico y mental que comporta un fortalecimiento general de los músculos del cuerpo. Pero en este trabajo, lo que más se fortalece es la musculatura profunda, que es la encargada de estabilizar y distribuir el peso uniformemente sobre las articulaciones, de mantener una correcta postura y de aumentar la movilidad.
Por todas estas razones el Pilates es un ejercicio excelente para las mujeres embarazadas durante la gestación y también para la fase de la recuperación post-parto. De hecho está comprobado que durante el embarazo es importante hacer ejercicio de forma correcta para tonificar y flexibilizar suavemente toda la musculatura.
Los ejercicios de Pilates se pueden realizar aunque la mujer embarazada no haya hecho nunca antes ninguna actividad física, puesto que las sesiones y los ejercicios que propone el entrenador personal están totalmente personalizados y diferenciados para cada nivel de gestación.
Los ejercicios se focalizan en los siguientes puntos:
::: Fortalecimiento abdominal, para evitar la diástasis del recto abdominal, en la cual las fibras del músculo se encuentran separadas y los órganos que empujan pueden llegar a producir una hernia abdominal.
El trabajo del transverso abdominal estabiliza y apoya a la columna vertebral y se ocupa del apoyo del peso del útero y del bebé. Todo esto lleva a mejorar la postura y a controlar la inclinación pélvica, eliminando dolores generales.
::: Fortalecimiento del suelo pélvico, tras un parto vaginal, los músculos del perineo se encuentran debilitados y no pueden ejercer su función hasta 2 meses tras el nacimiento. La debilidad del suelo pélvico origina incontinencia urinaria.
Tener el suelo pélvico fuerte y controlado ayudará en el momento del parto y, además, el adecuado control del esfínter evitará la incontinencia urinaria y todos los problemas posteriores derivados del debilitamiento de los músculos que constituyen el suelo pélvico y que se encargan de sostener todos los órganos internos del abdomen.
::: Mejora de la circulación, en los últimos meses de gestación, el peso del bebé oprime arterias, venas y la circulación linfática. Esto puede provocar retención de líquidos, varices y rampas. El Pilates disminuye la aparición de rampas y la retención de orina, y ayuda a recuperar la normalidad circulatoria.
::: Prevención de lesiones de espalda, con el peso del bebé dentro de la barriga se va deformando la postura y esto llega a producir dolores, lesiones y ciática. Con el fortalecimiento del abdominal y la flexibilización de la columna, los músculos posturales están más fuertes y evitan que la columna se lesione.
::: Mejora del descanso, el Pilates ayuda a relajarse y, por lo tanto, a dormir mejor.
::: Enseña a respirar, la respiración durante el parto ayuda a paliar los dolores, evita tensiones musculares y provoca un bienestar a la madre para que el momento sea el más agradable posible.
Sesiones personalizadas
Para poder beneficiarse completamente del método Pilates y evitar lesiones para la futura madre y el bebé, es necesario adaptar los ejercicios y las sesiones a las características particulares de cada embarazada y la etapa de embarazo. Por eso es mejor practicar siempre el Pilates con un entrenador personal.
Estas sesiones te ayudarán a condicionar tu cuerpo durante el embarazo y a prepararlo para el parto, puesto que están orientadas a conseguir todos los beneficios mencionados.
Fortalecer la musculatura y el suelo pélvico, disminuir la retención de líquidos, fortalecer la espalda, mejorar la postura, prevenir y eliminar tensiones que pueden producir dolores en el parto y en el post-parto, recuperar el equilibrio corporal y la figura, y acelerar el proceso de recuperación, serán los objetivos del trabajo con Pilates.
http://www.dirfitness.es